Últimas postales de la oscuridad: Depeche Mode estrena "Memento ...

24 Mar 2023

“Memento Mori”, el tan esperado nuevo disco de los Depeche Mode está, desde este viernes disponible al menos en todas las plataformas de streaming. De tan esperado, el décimo quinto trabajo de la banda inglesa de Essex, llegó, finalmente, de un modo inesperado. Tristemente inesperado, a partir de la muerte no menos inesperada de Andrew Fletcher, tecladista, en ocasiones bajista y miembro original de la banda ocurrida en mayo del año pasado. “Era lo último que esperábamos que pasara”, confesaba Dave Gahan, su vocalista en una entrevista de fines del año pasado con la revista New Music Express.


El disco está atravesado por la ausencia de Fletch. Si bien el trabajo estaba bien avanzado para cuando ocurrió su muerte, el músico no alcanzó a tocar en él. Es más, según el propio Gahan, “nunca llegó a escuchar nada, lo que es muy triste para mí porque hay canciones en este disco en las que sé que él diría: ‘Esto es lo mejor que hemos hecho en años’. Puedo oír su voz. También puedo oírle diciendo: ‘¡¿Todas las canciones tienen que ser sobre la muerte?!”.
“Memento Mori”, frase latina que significa “recuerda que morirás” parece inspirada en la muerte de Fletcher, pero no. El nombre ya venía desde bastante antes y remite a la pandemia y lo que esta hizo con las personas: que el mundo y la vida cotidiana tal como la conocíamos y habitábamos puede terminarse de un día para el otro. Obviamente, el fallecimiento de Fletcher resignifica el título y le da un sentido más personal, íntimo.


“Ghosts Again” y “My Cosmos is Mine”, los dos adelantos de “Memento Mori” remiten a la vida, la muerte y a un mundo complejo que vuelve a poner en peligro la existencia humana de un modo similar a cómo lo había hecho la pandemia, solo que esta vez se trate de ese pasatiempo de algunos: la guerra.
Mientras que en Ghosts Again”, Gahan nos recuerda, de un modo poético, que volveremos a ser fantasmas, en “My Cosmos is Mine” no hay lugar para eufemismos. Opresiva y lugubre va al grano: “No juegues con mi mundo/ No juegues con mi mente/ No cuestiones mi espacio-tiempo/ Mi cosmos es mío. No juegues con mi corazón/ No derribes mis santuarios/ No alteres mis titulares/ Mi cosmos es mío”.
Para rematar en modo gregoriano tecno industrial: “No a la guerra, no a la guerra, no a la guerra, no a la guerra/ No más, no más, no más, no más/ Sin miedo, sin miedo, sin miedo, sin miedo/ No aquí, no aquí, no aquí, no aquí/ Sin lluvia, sin nubes/ Sin dolor, sin mortajas/ Sin últimos alientos/ Sin muertes sin sentido”.


Es un hecho que “Memento Mori” está influenciado conceptual, estética y líricamente por la pandemia y por guerra desatado a partir de la invasión de Rusia a Ucrania, pero si ese concepto, estética y líricamente, están relacionados con la existencia y la muerte, entonces será inevitable que la muerte de un compañero de banda (y de vida) como lo era Andrew Fletcher para Dave Gahan y Martin Gore redefina aquellas ideas y sus climas sonoros.
Fletcher fue determinante en la estructura de Depeche Mode en un modo poco convencional. Menos involucrado que sus compañeros en los aspectos creativos y compositivos, fue determinante para las relaciones internas y también externas de la banda. En otras palabras, si Depeche Mode existe hasta nuestros días, eso fue gracias a Fletcher.
“Fletch era probablemente, digámoslo así, el menor de todos nosotros en cuanto a excesos. Esa era siempre la broma: que Fletch iba a vivir más que todos nosotros”, recordaba Gaham en aquella entrevista con NME.


Depeche Mode se formó en Baseldo, Essex, en 1980 cuando Vince Clarke, Andrew Fletcher, Martin Gore y David Gahan decidieron reunirse alrededor del proyecto Composition of Sound, nombre que al poco tiempo cambiaron por el de Depeche Mode. En 1981, editaron “ Speak & Spell”, disco debut en el cual nueve de sus diez canciones eran de Vince Clarke, incluida su primer gran hit “Just Can’t Get Enough”.
A fines de ese año, Clarke, principal compositor de la banda, dejó la formación para armar tiempo después Erasure, algo así como la versión luminosa y colorida de Depeche Mode. Su lugar fue ocupado por Alan Wilder.
Desde entonces, construyeron una sólida reputación sostenida por una discografía que no muestra fisuras: ocho álbumes, entre los que sobresalen “Music for the Masses” (1987), “Violator” (1990) y “Ultra (1997). Fue luego de este disco que Wilder decidió abandonar la banda disconforme con el poco lugar que le daban a su creatividad. Sin Wilder, Depeche Mode decidió seguir como trío hasta mayo pasado, cuando la repentina muerte de Fletcher, lo redujo a un dúo. En los próximos días, Gahan y Gore darán comienzo a una gira mundial que los tendrá activos por lo menos hasta fin de año. Luego, se verá si hay más o ya habrá sido todo.


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