Dani Alves: así fueron sus primeras horas en libertad provisional

26 Mar 2024

Desde ayer a las 16:26 Dani Alves respira ya fuera de la cárcel de Brians 2 de Barcelona, después de catorce meses y cinco días en prisión provisional luego de ser condenado a cuatro años y medio de cárcel, además de otros cinco de libertad vigilada, alejamiento e incomunicación con la víctima durante nueve años y seis meses, y una indemnización de 150.000 y el pago de las costas del juicio, por el delito de agresión sexual que este cometió la noche del 30 de diciembre de 2022 en el baño del reservado de la discoteca Sutton de Barcelona.

Dani Alves - Figure 1
Foto AS

Tras consignar la fianza de un millón de euros solicitada por la Sección 21 de la Audiencia de Barcelona, entre otras medidas pedidas por el tribunal para dejarlo en libertad mientras no se resuelvan los recursos y haya sentencia firme del caso (lo que podría tardar alrededor de unos dos años), el exfutbolista del Barcelona salía del centro penitenciario con la mirada al frente y en compañía de su abogada, Inés Guardiola, rumbo al asiento trasero del vehículo de su amigo Bruno Brasil, quien estuvo con él la noche en que ocurrieron los hechos en la zona VIP de Sutton.

Alves regresó a su mansión de Esplugues de Llobregat, donde vivía con su segunda esposa, Joana Alves, y allí se reencontró con familiares y seres queridos, entre ellos, su madre y su hermano Dani. Esta es la misma vivienda en la que basó su arraigo para asegurar que no huiría de la Ciudad Condal durante el período de libertad condicional, es decir, hasta que se resuelvan los recursos y haya sentencia firme.

De lo que no hay certeza es de que estuviese en la casa, precisamente, la modelo tinerfeña, aunque durante las retransmisiones en directo de los programas de televisión de la tarde se veía que llegaba para ella un enorme ramo de flores. Ni la joven ni el brasileño fueron los encargados de recogerlo.

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El futbolista ya ha depositado el millón de euros interpuesto por la Audiencia de Barcelona como fianza para poder salir de la cárcel un año y dos meses después.

El repartidor de las flores no era el único en llegar a la vivienda que posee el futbolista en la localidad catalana, a escasos 35 kilómetros de la prisión en la que ha estado interno más de catorce meses. Tras él, aparecía otro para cumplir el que sería posiblemente uno de los anhelos del futbolista durante los últimos meses: comerse una hamburguesa.

Sin bultos en su salida de la cárcel

Uno de los detalles que más llamaba la atención de Dani Alves a la salida de la prisión de Brians 2, además de su gesto altivo, era que no portaba con él ningún tipo de bultos con sus pertenencias.

Al parecer, la ropa que habría acumulado en los últimos meses, casi toda deportiva (es conocido que este participaba en los partidos de fútbol que se celebraban en el penal), la habría repartido entre otros presos de los diferentes módulos, así como un ventilador y un aparato de televisión.

Asimismo, este habría dejado también en la cárcel un ejemplar de la Biblia, texto al que habría recurrido en los últimos tiempos, ya que se trata de una persona de fuertes creencias religiosas.

Por otro lado, el futbolista dejó en consigna otras pertenencias que ha usado en estos meses pero que no quiso llevarse ayer con él en su vuelta al domicilio, por lo que se cree que en las próximas horas acudirá alguien de su entorno a por ella al centro penitenciario.

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