Córdoba: la chicharrita provocó pérdidas millonarias y se enciende ...

"Estamos haciendo fuerza para que el escenario cambie". La frase pertenece a un alto funcionario de la cartera de Bioagroindustria de Córdoba, donde el tema de la chicharrita del maíz se toca a diario. La plaga afectó la producción en la campaña y, muy probablemente, impacte en la que sigue. Un dato que mira de cerca Martín Llaryora.

Es por ello que es un tema recurrente en el sector del campo de la provincia y en el ministerio que comanda Sergio Busso. No hay que olvidar que Córdoba es líder en producción de maíz y las pérdidas ocasionadas por la plaga ascenderían a 1.130 millones de dólares.

El gobierno provincial viene manteniendo reuniones con entidades agrícolas, universidades, técnicos y productores para tratar de aunar estrategias a futuro. No quieren que vuelva a ocurrir lo que sucedió en esta campaña.

No sólo preocupa en Córdoba. La Secretaría de Bioeconomía de Nación creó un comité de crisis para abordar la problemática.

Semanas atrás, en una reunión en el INTA de Rafaela, autoridades de Jujuy, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Formosa, Santiago del Estero, Catamarca, Salta, Tucumán, Chaco y Corrientes firmaron un documento en el que se comprometen a trabajar en conjunto. También se dispusieron líneas de créditos para productores afectados.

A lo largo de este año, cada evento dedicado al maíz tuvo varios paneles referidos al abordaje de la chicharrita, un insecto que, según expertos, es capaz de propagarse y dañar lotes distantes a más de 15 kilómetros.

"El golpe ha sido fuerte. Nos agarró sin una preparación previa", reconoció un productor del norte cordobés en cuyos campos las pérdidas fueron casi totales.

Luego de tres años de sequía, la última campaña inyectó optimismo en los chacareros, que el año pasado se largaron a sembrar 3.196.000 hectáreas, un 46% más que el promedio histórico.

Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, la producción alcanzada este año es de 18.316.800 toneladas, un 58% más que en el ciclo previo y un 34% más que el promedio. Los rendimientos también superaron ampliamente a la campaña previa.

Por ello, una baja del 30% en la superficie a sembrar la próxima campaña es un escenario que nadie quiere.

"Es prematuro hablar de porcentajes ahora. Hay cuestiones que tienen que ver con el clima, por ejemplo, que pueden influir en uno u otro sentido", indicó un funcionario cordobés. "Esperemos. Todavía no se terminó de levantar la cosecha de este año", agregó.

Lo concreto es que para la campaña 2024-2025 se esperan cambios en la composición de la torta agrícola. Se estima que haya 900 mil hectáreas menos de maíz y que el área total ascienda a 2,2 millones de hectáreas.

En la vereda opuesta, la soja podría trepar un 22%, llegando a cinco millones de hectáreas, mientras que el sorgo también tendría un volumen mayor con un 37% más.

"Los departamentos con mayor caída en la superficie de este cultivo se concentran en la región centro norte de la provincia. Esta zona coincide con una mayor proporción de superficie sembrada con maíz tardío en la campaña 2023-2024 y es, a su vez, donde se reportaron los más altos porcentajes de lotes afectados por el complejo de achaparramiento", sostiene uno de los últimos reportes de la Bolsa de Cereales local.

Entre los motivos que pueden influir en la decisión (o no) de sembrar maíz este año, un 56% está relacionado con la chicharrita. Un 18% se aferra al clima, mientras que un 24% apuesta por el precio del cereal.

Más allá de las estimaciones oficiales, un experimentado funcionario de la cartera rural de Córdoba afirmó, perspicaz: "No nos olvidemos que en estas cuestiones entran a tallar distintas especulaciones. Al que vende semillas de sorgo, por ejemplo, le conviene decir que se va a sembrar poco maíz".