Copa Argentina: La curiosa conexión entre Argentinos y Gimnasia y ...
Palpitando el cruce de Copa Argentina hay un lugar que quedó marcado en la historia del fútbol gracias a la última estadía de Diego en Salta, que dejó grandes anécdotas.
Fabio Tokman 14/03/2024 03:15 pm
Argentinos y Diego Maradona son sinónimos. El Diez pasó sus primeros años en Villa Fiorito. Ya en la adolescencia, el Bicho lo cobijó y le brindó su primera casa para él y su familia en Lascano y Gavilán, a unas cuatro cuadras del estadio que no por nada se llama Diego Armando Maradona. Con 8 años, Pelusa arribó al Semillero del Mundo, donde vivió sus años más felices y sanos, rodeado de personas que lo cuidaban y buscaban su crecimiento deportivo.
Pasaron Los Cebollitas y sus actuaciones en los entretiempos de los partidos de Primera con jueguitos despampanantes. Hasta que el 20 de octubre de 1976, diez días antes de cumplir 16 años, debutó frente a Talleres. “Juegue como sabe. Y, si puede, tire un caño”, fueron las palabras de su entrenador, Juan Carlos Montes, antes de saltar al campo de juego en La Paternal.
Diego anotó 116 goles en el Bicho. (@AAAJoficial)Obviamente, Diego elaboró ese caño (a Juan Cabrera). Luego, su historia en Argentinos es conocida: obtuvo el récord al convertirse en el máximo goleador del torneo argentino durante cinco temporadas sucesivas, dejando 116 gritos en 166 encuentros. A principios de 1981, Boca consiguió un préstamo por Maradona, quien ya no volvería a vestir la camiseta del Bicho. Finalizada esta intro, ¿qué vínculo pueden tener Argentinos y Gimnasia y Tiro, un equipo de Buenos Aires y otro de Salta, que apenas se enfrentaron cuatro oportunidades?
Maradona ha posado con muchísimas camisetas a lo largo de su historia, y Gimnasia y Tiro tiene su propio recuerdo, aunque nunca la utilizó jugando. Sin embargo, sus hinchas cuentan con una anécdota brillante: la última vez que el Diez vistió la Celeste y Blanca, en Argentina, fue el 20 de abril de 1994, antes del Mundial de Estados Unidos. ¿El lugar? El Gigante del Norte, el estadio del Albo, que tuvo el honor de ser reinaugurado recibiendo a la Selección.
Diego con la camiseta de Gimnasia y Tiro en una visita a Santa con el showbol. (Página 12) El estadio Gigante del Norte totalmente estallado. (@gytoficial)Salta se revolucionó con un Diego que se había preparado como nunca para el máximo evento de la pelota. Una vez iniciado el calentamiento, Maradona encontró una mandarina, comenzó a hacer jueguitos y el estadio se convirtió en fuego. La escena volvió a repetirse en medio del partido, previo a ejecutar un tiro libre, ¡pero esta vez con una naranja! La frutilla del postre llegaría con un penal que Diego se encargó de ejecutar: abrió el pie y puso el balón al lado del palo derecho del arquero. Sí, el Diez le regaló un gol a un público totalmente extasiado.
El rival de aquel duelo fue Marruecos, que también participaría del Mundial. El equipo de Alfio Basile se impuso por 3 a 1 con goles de Abel Balbo, Maradona y Hugo Perico Pérez. El recinto de Gimnasia y Tiro, en el que no entraba ni un alfiler, inmortalizó la última vez de Diego con la Selección en tierras argentinas. Hoy, se puede observar un mural en los alrededores del Gigante del Norte retratando ese momento.
El mural pintado en los alrededores del Gigante del Norte. (@gytoficial)Por si alguna o alguno no lo recuerda o no le contaron, la despedida de Pelusa con la Celeste y Blanca ocurrió ante Nigeria en el Mundial de Estados Unidos 94, un día tan negro como fatídico, en el que Joao Havelange y compañía le “cortaron las piernas”. El próximo viernes en Caseros se enfrentarán Argentinos, el club con el que Diego disputó su primer partido como profesional, contra Gimnasia y Tiro, cuyo estadio fue testigo de su último show con la camiseta de la Selección en nuestra patria.
Aquella vez no fue la primera que Maradona pisó el césped de la cancha del Albo. En 1979 se realizó un amistoso entre Argentinos y un combinado de la Liga Salteña, con la presencia del Diez, que venía de consagrarse en el Mundial Sub 20 de Japón. Y, en 1981, otra vez la Selección, en este caso la que conducía César Luis Menotti, disputó un amistoso contra otro mix de la Provincia.
Diego jamás esquivó los problemas sociales, económicos y políticos. Era su sello. Y, en medio de su estadía, hubo un hecho extrafutbolístico. El norte argentino atravesaba un conflicto con los docentes, quienes reclamaban un sueldo básico de 450 pesos. En medio del caos por las protestas y los incidentes con la Policía, muchos docentes se trasladaron hasta la puerta del hotel con el objetivo de lograr más repercusión en su lucha.
Maradona recogió el guante y aprovechó los micrófonos: “Me parece que tienen que seguir protestando hasta que la educación en la Argentina sea buena. En la Argentina las cosas básicas no existen”. Diego es sinónimo de Argentinos, pero también de líder, y de Dios o “el más sucio de todos los dioses”, como lo definió brillantemente el gran Eduardo Galeano.
Fuentes:
-nota Página 12 “Historias maradonianas en Salta”, de Facundo Sinatra Soukoyan
-nota Diario Clarín “Cuando Diego Maradona se puso las camisetas de los grandes de Jujuy, Tucumán y Salta”, de redacción Clarín
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