Quién asesinó a Cicerón, el senador romano que dijo que los que ...

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El conflicto con Marco AntonioLa captura y ejecución de CicerónConsecuencias de la muerte de Cicerón

Marco Tulio Cicerón, uno de los oradores más famosos de la antigua Roma, es recordado por sus agudas críticas a las aspiraciones de poder absolutista. Defensor acérrimo de la República, sus palabras resonaron con fuerza en el Senado, donde denunció a líderes como Pompeyo, César y, finalmente, Marco Antonio, a quien acusó de intentar consolidar una dictadura. Esta postura frontal fue lo que selló su destino.

El conflicto con Marco Antonio

Cicerón protagonizó una serie de discursos conocidos como las Filípicas, donde lanzó duras críticas contra Marco Antonio, comparándolo con un tirano que buscaba destruir la República. 

Este enfrentamiento verbal no pasó desapercibido, y cuando Marco Antonio formó el Segundo Triunvirato junto a Octavio y Lépido en el 43 a.C., se desató una purga política contra sus opositores. Cicerón, al ser uno de los mayores críticos de Antonio, fue incluido en la lista de enemigos que debían ser eliminados.

"La Oración Fúnebre de Marco Antonio en el Funeral de César", representada por George Edward Robertson. (Imagen: Wikimedia Commons)La captura y ejecución de Cicerón

El 7 de diciembre del 43 a.C., Cicerón intentó huir de sus perseguidores, pero fue capturado en Formia, mientras se dirigía al puerto para escapar por mar. A pesar de sus esfuerzos, los soldados enviados por Marco Antonio lo interceptaron y lo asesinaron sin juicio previo. Para subrayar su victoria, Marco Antonio ordenó que la cabeza y las manos de Cicerón fueran cortadas y exhibidas en el Foro Romano, un acto de brutalidad que incluso permitió que su esposa, Fulvia, se mofara arrancándole la lengua.

Consecuencias de la muerte de Cicerón

La muerte de Cicerón fue un golpe simbólico que marcó el fin de la República Romana y el inicio de una era de dominación imperial bajo Octavio, quien más tarde se convertiría en el emperador Augusto. Aunque Cicerón no participó en la conspiración que acabó con la vida de Julio César, su oposición a la concentración del poder absoluto lo puso en la mira de aquellos que buscaban controlar Roma.

Busto de Cicerón en la biblioteca de Trinity College en Dublín, Irlanda. (Imagen: archivo)

Cicerón, quien alguna vez dijo que "los que viven equivocándose son estúpidos", se convirtió en un mártir de sus ideales. Sus escritos y discursos, no obstante, siguen influyendo a filósofos, políticos y pensadores hasta el día de hoy.

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