Cuáles fueron las últimas palabras del Che Guevara antes de morir
Ernesto "Che" Guevara dejó una marca en la historia mundial. Nació el 14 de junio de 1928 en Rosario y se convirtió en un revolucionario marxista, guerrillero, escritor y líder militar.
Su participación en la Revolución Cubana junto a Fidel Castro lo impulsó a la fama, consolidando su imagen como símbolo de resistencia y lucha antiimperialista.
Guevara murió el 9 de octubre de 1967, luego de que lo capturaran y ejecutaran en La Higuera, Bolivia. A pesar de su muerte, el legado del Che siguió vivo, inspirando movimientos y también polémica en todo el mundo.
Félix Rodríguez, el agente de la CIA que comandó la captura del líder comunista en Bolivia, tuvo con él una última conversación antes de que fuera ejecutado. Según recordó Rodríguez, el Che Guevara se puso blanco como un papel cuando le informó que debía obedecer el pedido del alto mando boliviano.
"Comandante, lo siento, son órdenes del alto mando boliviano", le comunicó Rodríguez. A lo que él respondió: "Es mejor así, yo nunca debí haber caído preso vivo".
Luego, dentro de la celda, el prisionero le obsequió una pipa por ser un "soldadito que se había comportado bien". Además, le encargó llevar dos mensajes: uno dirigido a su socio político y otro para un miembro de su familia.
El mensaje para su compañero fue: “Decile a Fidel que pronto verá una revolución triunfante en América", mientras que el aviso para su familia era: "Decile a mi señora que se case otra vez y que trate de ser feliz”.
Finalmente, Rodríguez ordenó al sargento Mario Terán que disparara y acabara con la vida del Che.
Luego de ser ejecutado, el cuerpo del "Che" Guevara fue exhibido por oficiales del ejército boliviano en Valle Grande, Bolivia. Esa imagen fue icónica y marcó un antes y un después de las experiencias guerrilleras.
Terán, que murió en 2022 a los 80 años tras una larga enfermedad, había contado años después de la ejecución los momentos previos al fusilamiento: "Fue el peor momento de mi vida. Vi al 'Che' grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el 'Che' podría quitarme el arma. `¡Póngase sereno -me dijo- y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!' Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé''.