Casper Ruud aplasta a Carlos Alcaraz en las ATP Finals por 0-2 en ...
Carlitos se hunde. El tenista español llegaba al ATP Finals en el tercer puesto y tropezando una vez más con la misma piedra: la parte final de la temporada. El español volvía a desplomarse en la segunda mitad del año, a pesar del buen inicio que había registrado. Su primer rival en la Copa de Maestro, Casper Ruud, había visto la lona en cuatro ocasiones ante el español, las mismas en que se habían enfrentado. Pero el noruego no estaba dispuesto a seguir alargando esos datos. En el primer set no dio pie a la protesta de Carlitos y lo cerró con un 1-6. En el segundo, parecía que el de Murcia iba a remontar el duelo, pero nada más lejos de la realidad. Con un 5-2 en el marcador, Ruud se hizo grande y remontó el duelo para llevarse el partido con un 0-2.
El tenista español llegaba a la cita final de la temporada, esa que pone el broche final al circuito, con necesidad de sobreponerse. En París, llegó con la intención de recortar distancias para favorecer su llegada a lo alto del ranking, pero un viejo conocido volvió a frenarle: Ugo Humbert. Allí quedaron sus esperanzas de conseguir la corona de mejor jugador. Allí quedó también su puesto número dos, que cedió a Alexander Zverev después de que este se alzara con el torneo. Carlos Alcaraz aterrizaba en Italia para tratar de remontar en la recta final de la temporada y, al menos, cerrar el año con un segundo puesto.
Lo cierto es que la situación no era ajena para Carlitos. Ya la ha vivido antes. En la recta final de la temporada, el español suele venirse abajo por muy bien que haya encarado la primera mitad. Este año lo ha hecho. Justo antes de partir para París y disputar los Juegos Olímpicos tanto en individuales como en dobles, ya había levantado su primer Roland Garros y su segundo Wimbledon. Una temporada dulce se le presentaba al español, pero la segunda mitad del año no ha sido lo esperado. Alcaraz se ha ido desinflando a cada torneo que disputaba hasta el punto de terminar perdiendo el segundo puesto. Con estas sensaciones agridulces llegaba a la Copa de Maestros.
La primera prueba en su llegada a Turín se vislumbraba más sencilla de lo que en realidad iba a ser. Enfrente, Casper Ruud, tenista noruego al que Carlitos había ganado en todos sus duelos, cuatro en total. Se presentaba como una buena oportunidad para coger confianza, terreno conocido, donde ya había visto la victoria. Con lo que no contaba era con su otro gran enemigo: la pista. La superficie dura e indoor todavía se le resiste. No ha sido capaz de ganar ninguna competición en un escenario con estas características.
Carlitos arrancaba dominando la pista y rápidamente se plantaba en el servicio del noruego con un 40-15 a su favor. La historia parecía que volvería a repetirse. Pero las prisas no son buenas y antes de que quisiera darse cuenta, Ruud ya había recuperado puntos y se había llevado su saque. Alcaraz hacía lo propio y cerraba el suyo dejando casi en blanco a su rival. Y, a partir de ese momento, el noruego engulló al español. Tras dos pérdidas de servicio seguidas, Alcaraz terminó por claudicar y dar por perdido el set por 1-6. Necesitaba sobreponerse. Necesitaba encontrar la tecla que le permitiera aplacar a su rival y sobreponerse a la pista.
El segundo set era el decisivo, Alcaraz tenía tiempo de remontar, pero debía ser en ese segundo asalto. Rápidamente, puso en duelo de cara con un 5-2 en el marcador. Las subidas a la red y las bolas altas se convirtieron en sus mejores aliados para tratar de encontrar fisuras en el juego del noruego. Pero la ilusión duró poco. El español volvía a desplomarse para acabar perdiendo juego tras juego hasta que Ruud se puso 5-5. Y ahí, con Carlitos donde quería, no tuvo piedad y cerró el partido en dos juegos más. 0-2 en el marcador (1-6 y 5-7) y las esperanzas de Alcaraz de seguir sumando puntos para recuperar ese puesto número dos.