Caminos y Sabores. Un paseo más que tentador por la gastronomía ...

6 Jul 2024
Caminos y sabores

Marina y Lucía son madre e hija y llegaron puntuales a las 12 para la apertura de esta nueva exposición de Caminos y Sabores edición BNA. “Vinimos temprano porque queremos recorrer la feria con tranquilidad. Es la segunda vez que venimos y sabemos que siempre hay mucho para ver y para probar. Yo vengo por los quesos y aceite de oliva que se consigue de calidad y a buen precio y a mi hija les gustan los alfajores regionales, que acá hay de todo tipo”, dice Marina, que vive en la zona sur de Buenos Aires. Y aclara que también lleva frutos secos, semillas, hongos porque se consiguen directo del productor. “La calidad es muy buena y, además, uno puede hablar y conocer a quienes elaboran estos productos”, añade.

En pocos minutos, los stands están llenos de gente que aprovecha para degustar y conocer el detrás de escena de cada propuesta. Mirta y Susana son amigas y vinieron con un changuito. “Nos vamos a quedar a ver las clases de cocina, y ya compramos quesos y salames, dulce membrillo artesanal, aceite de oliva, miel y alfajores “, cuentan a LA NACION. “Nos gusta venir porque encontrás sabores de todo el país, eso es espectacular, además pasamos un lindo momento juntas”, dice Mirta.

La representación regional es el gran fuerte de la feria. “Hoy la ciudad, a través de Caminos y Sabores, emisión Banco Nación, está recibiendo durante estos cuatro días a más de 450 productores, elaboradores de alimentos, bebidas, artesanías y turismo de todo el país, y más de 100.000 visitantes”, dijo Martín Schvartzman, CEO de Exponenciar, durante el corte de cinta en la apertura del evento al que asistieron Jorge Macri, jefe de gobierno porteño; Daniel Tillard, presidente del Banco Nación; y Daniel Scioli, secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación. Schvartzman agradeció al jefe de gobierno porteño por el apoyo y agregó: “La sinergia entre el sector público y privado es crucial para el desarrollo y el crecimiento del país. Este tipo de sinergia nos permite alcanzar metas comunes y proteger nuestras capacidades a nivel global, aumentando el crecimiento económico y la innovación”.

Por su parte, Jorge Macri señaló: “Durante mucho tiempo se trató de implantar una falsa dicotomía entre ciudad y campo, entre el interior y la ciudad. En realidad, somos uno solo, un interior que produce, que tiene sus productos regionales con una naturaleza maravillosa y una ciudad que es un gran mercado”. Además, destacó “el valor de esta feria es mostrar que los alimentos son producidos con calidad, con trazabilidad y. sobre todo, con amor de familia. Porque lo más valioso detrás de cada producto, es la historia de una familia que se animó a emprender”.

Durante cuatro días, quienes se acerquen a La Rural, en el barrio porteño de Palermo, van a poder recorrer el país a través de diferentes propuestas gastronómicas. Además de conocer recetas y tips imperdibles de la mano de chefs de toda la Argentina que brindan clases exclusivas como Santiago Giorgini, Juan Manuel Herrera, Juan Braceli, Rodrigo Cascón, Paco Almeida y Estefanía Colombo, entre muchos otros.

Uno de ellos es Pablo Soto, quien mañana a las 16.30, traerá su cocina de origen a las hornallas de la feria. Invitado por la Subsecretaría de Industria y Comercio Gobierno de Chubut, Ministerio de Producción de Rawson, preparará un arroz caldoso con langostinos, algas de Chubut y cóctel cordillerano. “La idea es hacer una preparación con productos regionales que en este caso reflejan la situación geográfica de Chubut, de manera que la idea es combinar productos de mar con ingredientes de la cordillera como hongos de Esquel o Trevelín”, explicó Soto, quien tiene su propio restaurante, Molle Verde, en el barrio Belgrano Nuevo en Comodoro Rivadavia. “Se unen el mar y la montaña chubutenses en una receta y la gente se engancha mucho con los productos regionales. Por ejemplo, quieren saber de dónde proviene el langostino, cómo se lo saca y cómo prepararlo. Acá pueden aprender una receta y comprar los productos para elaborarla”, graficó.

Los nueve caminos en que se divide la feria permiten recorrerla, según las preferencias ya sea por el Camino de las Picadas; el de los Aceites y Aderezos; el de las Bebidas; el de la Cocina; el de los Dulces; el de los Frutos de la Tierra; el de las Infusiones; el del Turismo y Tradición; y el Camino Federal.

Además de stands de productores y emprendedores, la agenda de actividades incluye clases de cocinas y tips de chefsMaría Bessone - LA NACION

En el sector de los dulces, una de las propuestas más concurridas es la de alfajores Orense, emprendimiento que Alejandro Estevez creó hace once años. Oriundo de Bernal, en el partido de Quilmes, estuvo ligado al rubro gastronómico desde pequeño ya que su padre hacía repartos de panadería. “Arranqué con él pateando la calle, a los 24 me puse una panificadora y empecé a trabajar con productos panificados. En 2013 nació Orense, de manera artesanal, en un principio elaboraba los alfajores en mi casa y luego de dos años lancé la marca que lleva su nombre en homenaje a mi abuelo que era de Orense en España”, cuenta. La propuesta incluye los alfajores clásicos de dulce de leche, pero también con mermelada artesanal de naranja con Aperol, de manzana con vodka y canela cubierto de chocolate blanco y más de 15 variedades entre clásicos y recetas innovadoras. “Estamos concursando en la Copa Alfajor Argentino con el clásico negro, de 65 gramos y materia prima de altísima calidad, además de una magia que no revelamos. Tardamos un año en encontrar la receta y hoy lo llevamos a todo el país de Iguazú a Ushuaia”, finalizó.

Mientras que, en el espacio dedicado a la provincia de Chubut, Macarena Nadini y su mamá Marcela Barile, atienden el stand de Barile, la empresa familiar dedicada a la pastelería, panadería y chocolatería que lleva 37 años en Comodoro Rivadavia. Sus productos estrella son el pan dulce y el panettonne que sirven en una bandeja para degustar y tienen sabor a hogar. “La receta del pan dulce es la de mis abuelos, que iniciaron esta marca. Es un producto artesanal que no tiene aditivos, ni conservantes con la mejor materia prima”, explica. Enseguida apura a servir otra bandeja que presenta junto con alfajores de dulce de leche cubiertos de chocolate negro y blanco, otros de sus productos más vendidos, que son un éxito entre los visitantes. “Empezamos con un local con cuatro empleados y ahora tenemos cinco locales, una planta de elaboración y cien empleados y vendemos a todo el país a través de la tienda online”, agrega.

Otra de las propuestas para darse una vuelta es la de las escuelas agrotécnicas salesianas -presentes en Córdoba, Mendoza, Tierra del Fuego, Misiones y Buenos Aires. A través del programa “Por los jóvenes. Don Bosco”, acompaña a adolescentes en contextos vulnerables y comercializan distintos productos elaborados en las escuelas como yerba mate, vinos, dulce de leche, entre otros. Son productos naturales, sin aditivos, elaborados por los estudiantes y lo recaudado se destina nuevamente a acciones educativas.

Una vez más Caminos y Sabores propone conocer las riquezas de nuestra tierra y su gente a través de un viaje gastronómico que sigue hasta el martes en La Rural, en Palermo.

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