Manchester City, en caída libre: perdió con Brighton en la Premier ...

3 día atrás

El Manchester City de Pep Guardiola volvió a desafiar a las estadísticas, pero esta vez se trata de una negativa. Es que el poderoso club inglés, campeón de todo y vigente monarca de la Premier League, sumó su cuarta derrota consecutiva y quebró una marca personal para el entrenador español desde que inició su carrera como técnico.

Brighton  Manchester City - Figure 1
Foto Clarín.com

Guardiola se hizo gigante en Barcelona, brilló en Bayern Múnich y revolucionó Inglaterra con el Manchester City, pero nunca antes en sus 17 temporadas de carrera había sufrido cuatro caídas en fila. Todas ellas llegaron en un lapso de apenas once días y, curiosamente, en condición de visitante.

Primero, los Citizens perdieron por 2 a 1 contra Tottenham el pasado 30 de octubre y quedaron eliminados tempraneramente de la FA Cup en octavos de final. Luego, una sorpresiva caída ante Bournemouth por el mismo resultado en la Premier y tres días después una inesperada goleada 4-1 frente a Sporting Lisboa en Portugal por la UEFA Champions League. Y este sábado, nuevamente por la liga inglesa, su verdugo fue el Brighton (2-1).

Erling Haaland, el goleador del campeonato inglés, había puesto en ventaja al equipo de Pep a los 22 minutos del primer tiempo tras una asistencia de Mateo Kovacic, quien ocupó el lugar de volante central que dejó vacante Rodri, el ganador del balón de oro que se rompió el ligamento cruzado de su rodilla derecha. Sin embargo, en cinco minutos sobre el final del encuentro lo dio vuelta Brighton con tantos de João Pedro (78') y Matt O'Riley (83').

Guardiola tuvo que lidiar con una gran cantidad de bajas para ir en búsqueda de la levantada. Además de Rodri, tampoco pudo contar con John Stones, Jack Grealish y Rubén Dias, todos ellos habituales titulares. Debió apostar por el joven Jahmai Simpson-Pusey, quien debutó en un once para jugar en el centro de la defensa junto a Josko Gvardiol, trasladado desde el lateral para dejar su hueco a Rico Lewis.

Por su parte, Brighton también tuvo algunas bajas como las de Solomon March, James Milner y Adam Webster, pero se mostró como un equipo atrevido con ganas de dar otro golpe. Ya había vencido a Tottenham y Manchester United en la presente temporada y ahora se impuso al Manchester City, que durante el primer tiempo dominó el juego. Savinho fue el más insistente, Haaland quien derribó la muralla plantada por Bart Verbruggen y Kovacic el guía que ordenó el juego hacia adelante.

Sin embargo, la gran figura de la cancha durante los primeros 45 minutos fue Verbruggen, el arquero de Brighton que evitó que las diferencias fueran mayores. Además del gol de Halland, le tapó un mano a mano a Savinho y después despejó al palo otro intento del crack noruego. Kovacic era el que manejaba los hilos en la mitad de la cancha y hacía que el City no extrañe a Rodri.

El tanto del Manchester City espabiló al Brighton, que en el último tramo de la etapa inicial generó algo de inquietud en las inmediaciones del arco defendido por Ederson. Solo Estupiñán rozó la igualada y fue Josko Gvardiol, con su cuerpo, quien evitó el que habría sido el primer tanto del lateral ecuatoriano esta temporada.

Igor Julio reconoce la labor de Bart Verbruggen, clave en la victoria del Birghton. Foto: EFE/EPA/Daniel Hambury.

El partido cambió en el complemento con la entrada al terreno de juego de Carlos Baleba y, posteriormente, con los ingresos de João Pedro y de Matt O'Riley, los hombres de la tarde. El primero en avisar de lo que iba a pasar fue Jack Hinshelwood, quien desperdició un cabezazo que dirigió hacia el cuerpo de Ederson.

Brighton encontró espacios por el sector derecha de la defensa rival a partir de las escaladas del ecuatoriano Pervis Estupiñana y del japonés Karou Mitoma. Ambos fueron una pesadilla para Kyle Walker, desbordado una y otra vez por su costado. Por allí llegaron otros dos avisos, de Mitoma y de João Pedro, quienes desperdiciaron dos ocasiones muy claras de gol. Se olía la tragedia y Guardiola reaccionó con las apariciones de Bernardo Silva y de Kevin De Bruyne, quien volvió a jugar un partido de la Premier League dos meses después de lesionarse, pero no mucho iba a cambiar.

El conjunto local seguía a lo suyo y por fin consiguió su premio merecido. En cinco minutos golpeó dos veces y se llevó la victoria. Primero, otra vez a través de Mitoma por el costado de Walker. El japonés cedió la pelota a João Pedro, quien resolvió entre un barullo de piernas del City (las de Matheus Nundes, Gvardiol y Lewis) incapaces de despejar la pelota. Y después a través de Matt O'Riley, quien no desaprovechó una asistencia de João Pedro para batir en un mano a mano a Ederson.

Ese fue el final para el City, incapaz de reaccionar, tocado después de tres batacazos a los que sumó un cuarto, todos consecutivos. Guardiola, en la víspera, respondió a muchas preguntas sobre una posible crisis que ya es un hecho: el City, bajo la dirección del técnico español, jamás perdió cuatro partidos seguidos. El Liverpool, mientras, se frota las manos. Podría asentarse en el liderato y colocarse a cuatro puntos de distancia.

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