Independiente empató con Belgrano y no pudo meterse en zona de ...

14/09/2024 19:36hs. Actualizado al 14/09/2024 23:23hs.

El punto no dejó conforme a nadie. Ni a Independiente ni a Belgrano. Al Rojo porque lo ganaba, no lo pudo sostener, por momentos lo salvó el arquero Rey y con el empate dejó pasar la oportunidad de meterse en zona de clasificación a la Copa Sudamericana. Al Pirata porque lleva seis partidos sin cosechar triunfos por la Liga Profesional.

Independiente tuvo el dominio posicional en la primera etapa, pero no fue el dueño absoluto del partido porque no supo cómo generar fútbol. La fórmula del Pirata fue simple: procuró ser ordenado y compacto, con poca distancia entre líneas, y salir disparado tras cada recuperación ante un rival adelantado. El desafío que se le presentó al equipo de Avellaneda fue fabricar el espacio contra un Belgrano firme, que se mostró bien abroquelado.

En ese contexto, para el Rojo no fue fácil elaborar. Ávalos hizo el trabajo sucio de todos los partidos y arrastró marcas para liberarles espacios a sus compañeros. Pero se sintió la poca presencia de Loyola, futbolista clave en la gestación que volvió tras su paso por la selección de Chile, que llegó con lo justo tras un cuadro febril y jugó con una marcha menos, por lo que le costó meter sus habituales pases filtrados. El equipo no logró hacerles llegar la pelota a Montiel y Tarzia en posiciones favorables para que queden uno contra uno y puedan abrir puertas con su gambeta. Incluso en ese marco de dificultad, Montiel fue picante y se las ingenió para exigir con remates desde afuera del área.

Independiente fue un conjunto solidario en la marca, intenso en la presión, con mucha entrega y compromiso de todos para cubrir y recuperar. Pero no alcanzó con el sacrificio porque de mitad de cancha hacia adelante no florecieron las asociaciones y hubo poca creatividad. Faltó chispa y profundidad.

En el complemento, el jugador que más había insinuado en la primera etapa abrió el candado: Montiel definió tras una jugada que nació de una recuperación en campo contrario del Tata Martínez, quien jugó de Marcone ante la ausencia del capitán por suspensión. Pero la alegría duró poco porque el ingresado Jara le cortó a Rey una racha de 680 minutos sin recibir goles. El Rojo tuvo chances claras en la segunda mitad, pero también sufrió. Y eso fue un síntoma muy evidente de que nunca logró tener el control del partido.

Independiente fue ambiguo. No negoció la actitud que ya es un sello distintivo desde que debutaron sus refuerzos, pero esta vez no mostró la solidez que había exhibido en los partidos anteriores y Rey lo rescató cuando caminó de forma muy peligrosa por la cornisa. Lleva siete partidos sin perder, aunque no logró ratificar el despegue porque suma tres empates consecutivos por Liga. En Córdoba se fue con la sensación de que dejó pasar una chance. Sigue afuera de la zona de copas en la tabla anual. Para lograr ese objetivo tendrá que seguir remando.

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