Independiente rescató un empate con gusto a poco ante Barracas ...

11 Mar 2023
Barracas Central  Independiente

En el Estadio Claudio "Chiqui" Tapia, terminaron 1-1. El Rojo sufrió la roja de Barreto y jugó 75 minutos con uno menos. Lleva seis sin ganar.

10/03/2023 10:08

Clarín.com Deportes

Actualizado al 10/03/2023 19:20

No hay paciencia en los hinchas de Independiente. Los 7 puntos en igual cantidad de partidos son los que duelen y hacen preocupar. También que el equipo no termine de arrancar. Por eso desde hace algunos días está en duda la continuidad de Leandro Stillitano, que se jugaba una parada brava en el estadio Chiqui Tapia. Y la sensación es que el entrenador ganó una vida más con el empate 1-1 jugando con un futbolista menos por más de 60 minutos por la expulsión de Sergio Barreto. Y bastante más: el Rojo fue el que generó las más claras.

Algo o bastante de culpa tendrá el entrenador Stillitano en este presente oscuro de Independiente. El equipo sorprendió en la primera fecha ante Talleres en Córdoba y desde entonces no paró de involucionar. Pero la suerte y los futbolistas tampoco ayudan. Y ahí las responsabilidades son de la divina fortuna, como dice Diego Simeone, y de los dirigentes, que conformaron un plantel con lo que pudieron. Porque el Rojo no se fue ganando en el primer tiempo porque está torcido y porque Sergio Barreto, el capitán, se hizo expulsar.

No pudo arrancar mejor la tarde para el visitante: a los 28 segundos Martín Cauteruccio -de buena etapa inicial- habilitó por derecha a Baltasar Barcia y el uruguayo le rompió el arco a Andrés Desábato. Independiente iba a jugar prácticamente todo el partido con una ventaja conseguida desde el vestuario. Y ahí tiene que aflorar la inteligencia de los futbolistas. No puede durar tan poco una diferencia. La sensación es que a un equipo amateur le puede igualar tan rápido, salvo que suceda una fatalidad. Se debe haber lamentado muchísimo Stillitano ese remate de Facundo Mater que se clavó arriba para el 1-1 a los 4 minutos. Iván Tapia mandó un córner cerrado desde la izquierda, Giménez rechazó cortó desde el área chica y la pelota rodó hasta el punto de penal, donde impactó Mater con toda su furia sin oposición de ningún jugador del Rojo. El error de no dejar a nadie en el rebote no se le puede atribuir al entrenador.

La otra jornada que hará pensar a Stillitano es la expulsión de Sergio Barreto. El zaguero central le fue a meter la plancha a Ricardo Centurión y recibió la tarjeta sin protestar. La sensación es que le fue a pegar. Iban apenas 28 minutos de la primera parte con una temperatura que acariciaba los 40 grados. Cómo mínimo, una irresponsabilidad del defensor.

Pero se plantó bien Independiente tras la expulsión: Barcia fue a jugar de lateral, Báez de central y Giménez de volante; armó un 4-4-1 el DT del elenco de Avellaneda. Se defendió, le dejó manejar el balón a Barracas y contragolpeó. Y generó chances clarísimas. En la primera, Cauteruccio quedó mano a mano con Desábato, tocó para Giménez y el disparo del delantero se encontró con la pierna de Álvarez cuando marchaba al arco vacío; en la segunda, Caute cedió para Barcia, que no pudo ante Desábato; en la tercera, Giménez la paró de pecho, definió de derecha y Álvarez la despejó en la línea. La mala suerte y las flojas definiciones no permitieron que Independiente se vaya al descaso con una ventaja.

Merece un párrafo especial el estadio de Barracas. Se celebra que equipo menores puedan estar en Primera y que puedan recibir a los rivales en su terreno, aún cuando el césped no está en las mejores condiciones. Pero el producto merece otras prestaciones. El duelo no se pudo disputar de noche por falta de iluminación. Además, en el predio se cortó la luz en un par de ocasiones. E imágenes risueñas se produjeron mientras la pelota corría. Un hombre de seguridad mojaba a los hinchas con una especie de hidrolavadora (en el complemento llegaron las mangueras) e hinchas corrían por detrás de la popular molestando al ojo del espectador.

En la segunda parte, Independiente dio un paso adelante en cuanto a la personalidad: jugó con autoridad pese a la desventaja numérica. Metió mucho el Rojo y se animó a contragolpear. No tuvo tantas como en la etapa inicial, pero generó un par con las corridas del ingresado Márquez.

A Barracas le costó una enormidad. Metió cambios Rodolfo De Paoli, aunque ninguno de los suplentes le pudo aportar claridad a los ataques. Centurión fue el más peligroso e inquietó con un par de disparos.

Empató Independiente y ganó aire Stillitano. El punto no le cayó mal al elenco de Avellaneda porque jugó con uno menos largos minutos. Ahora se vendrá una final contra Colón el sábado en el Ricardo Bochini.

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