ARCA retendrá el 5% de todas las transferencias bancarias ...
La creación de ARCA marca un nuevo capítulo en la recaudación fiscal, con medidas que impactan directamente a los contribuyentes y endurecen los controles sobre las transferencias bancarias.
Con la reciente eliminación de la AFIP, el gobierno argentino implementó un cambio drástico en el sistema fiscal mediante la creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Este nuevo organismo ha puesto en marcha medidas de control más severo, orientadas a reforzar la transparencia y combatir la evasión tributaria. Entre las principales novedades, se destaca la retención de hasta un 5% sobre transferencias bancarias realizadas por contribuyentes que no cumplan con ciertos requisitos establecidos.
Desde diciembre, ARCA aumentará los impuestos de Ingresos Brutos, que pasarán de una tasa del 1,5% al 5%. Además, el organismo ha decidido focalizarse en las operaciones monetarias no registradas bajo su sistema, con el objetivo de identificar movimientos sospechosos y reducir prácticas de evasión. Las personas que no hayan declarado sus ingresos correctamente o que no estén inscriptas en un régimen fiscal acorde serán las más afectadas por esta retención directa.
El incumplimiento de las normativas no solo conllevará la retención de fondos, sino que podría desencadenar serias consecuencias para los contribuyentes. Entre las sanciones previstas se encuentran la generación de intereses adicionales, la imposibilidad de acceder a financiamiento bancario y trabas para llevar a cabo operaciones comerciales. En casos extremos, ARCA podría iniciar investigaciones fiscales para determinar el origen de los ingresos no declarados.
Para evitar que estas retenciones afecten sus finanzas, los contribuyentes deben tomar medidas preventivas. Las autoridades fiscales recomiendan regularizar las inscripciones en el sistema tributario y presentar las declaraciones de ingresos en tiempo y forma. También se sugiere mantener un registro detallado de las transferencias bancarias y notificar a las entidades financieras sobre operaciones no comerciales. Además, es crucial que las transacciones entre cuentas propias estén debidamente registradas bajo un mismo número de identificación fiscal.
El nuevo esquema de recaudación también exige que los movimientos bancarios sean consistentes con el perfil financiero de cada persona. Una discrepancia entre los ingresos declarados y las operaciones realizadas podría ser motivo de penalización. Por ello, contar con el asesoramiento de un contador o experto en temas tributarios se vuelve indispensable en este contexto de cambios fiscales.