Alex Pereira consolida su estrellato en la UFC: noquea a Rountree ...

El brasileño venció por KO técnico en el cuarto asalto al estadounidense, que se llevó los dos primeros rounds Julianna Peña recuperó el cinturón del peso gallo, tras vencer por decisión dividida a la campeona Raquel Pennington Quién es Alex Pereira, el campeón ex alcohólico con la mano de piedra que hace historia en la UFC

Alex Pereira está decido a ser uno de los mejores de la historia en las artes marciales mixtas. Y va por buen camino, pese a que ese trayecto ha sido relativamente corto en la UFC (fichó en el año 2021). El peleador brasileño sumó esta madrugada su tercera defensa del título del peso semipesado consecutiva, después de imponerse por nocaut técnico en el cuarto asalto al contendiente número 8, Khalil Rountree Jr, quien le plantó cara seriamente en los dos primeros rounds. Fue una pelea por encima de las expectativas, que señalaban que un paseo no era descartable para Pereira. Una guerra sin cuartel que supo rematarla mejor el supercampeón.

Poatan (mano de piedra) hizo gala de su golpeo, de un 'striking' técnico, pausado, pensado y potente a partes iguales. Su madurez, sin duda, le permitió llevarse un pleito que estuvo a la altura de un campeonato de la UFC. Pero antes, Rountree Jr. había salido con todo a llevarse el combate, a no ser una presa más, carnaza para el cazador. Y estuvo muy cerca de dar la sorpresa. Los directivos de la mayor liga de MMA, probablemente, estuvieron temblando pensando que uno de sus monarcas más entretenidos podía ser desbancado por el número 8 del ranking, pero eso no sucedió.

Vayamos por partes. En el primer asalto del combate estelar del UFC 308, el retador salió a terminar por la vía rápida, a confrontar de tú a tú con el campeón. Esa era la estrategia: eliminar cualquier ápice de respeto sobre Pereira y tratar de aniquilarlo en la corta distancia. Rountree Jr. conectó algunos golpes potentes, que le afectaron a Poatan, y cerca estuvo de aterrizar el golpe definitivo sobre el brasileño. Técnicamente, el uno-dos le permitía cortar la distancia y llegar al rostro de Pereira. Un primer parcial que se apuntó con claridad el estadounidense y que hizo pensar que la dinámica de la pelea podría ser espectacular.

Entrado el segundo parcial, y después de ver la intensidad aportada por Rountree Jr, era inevitable pensar que estábamos en Salt Lake City, en el estado de Utah, conocido por ser un escenario poco amable para el cardio de los peleadores, al disputarse las peleas en mayor altura de la habitual (1.300 metros sobre el nivel del mar). Pero lejos de reservas, Rountree Jr. imitó la tónica del primer round: insistir en el uno-dos, buscar el KO desde todos los ángulos posibles. No obstante, Pereira es el campeón por algo, y supo capear el temporal, bien plantado sobre el octágono. Eso no evitó que Khalil conectara una tremenda patada alta sobre el brasileño, que le hizo tambalearse. Otro asalto que viajaba a la esquina del estadounidense.

Encaraban el tercero con un 2-0 favorable a Khalil, y no había más margen de error para Pereira, tenía que entrar en modo destructor antes de que se le escapara. Y así lo hizo. Metió una marcha más pese a que el estadounidense insistía en comerle la tostada (y el octágono). Sin embargo, el desgaste de Khalil empezaba a ser notable, y Pereira comenzó a sacar su mejor versión: largas combinaciones de manos y piernas, terminando el parcial incluso con rodillas. Asalto para el brasileño.

La pelea estelar se iba a los conocidos como rounds de campeonato: el cuarto y el quinto. Era el momento de consolidar dinámicas: Poatan debía ser más agresivo y aprovechar su superioridad en el alcance y en el cardio para darle la vuelta a la pelea, mientras que Khalil quería sumar algún golpe de poder que le permitiera apuntarse un tercer asalto que, en caso de ir a las cartulinas, hubiera sido decisivo. Pero el devenir del combate ya tenía un destino: Pereira sacó su versión más estelar y empezó con su masterclass de golpeo.

Crochés de izquierda que llegaban, ganchos que entraban directos al mentón, golpes al cuerpo, terminación de combinaciones arriba. Una maravilla técnica. Alex Pereira arrinconó a Khalil hasta dejarlo totalmente rendido. Era cuestión de tiempo. Y no tardó en llegar: el árbitro paraba el combate y Alex Pereira sumaba su tercera defensa del cinturón del peso semipesado. Aumentaba su legado. Seguía en ascenso su aura de superestrella. Ya son 9 victorias y solo un tropiezo en UFC. Ha conquistado el título en dos divisiones y amenaza con hacerlo en una tercera, algo que sería histórico e inédito. Sin duda, Alex Pereira se ha establecido como la superestrella actual de la UFC y, a sus 37 años, quiere ampliar su reinado. Está en sus manos convertirse en uno de los cinco mejores de la historia.