Alana y Amablitz destrozan a las 'potras salvajes' españolas
La Velada del Año no empieza hasta que las chicas suben al ring. Quizá sea algo exagerado, pero el espectáculo que dan es una auténtica gozada. No hace falta ni siquiera que suene la campana del primer round, la entrada de las cuatro boxeadoras ha sido lo mejor del evento hasta el momento.
Las mexicanas han tirado de su querida tierra. Increíbles tanto Ama como Alana. Pero si hay un tema que suena con fuerza en España este año es 'Potra salvaje' de Isabel Aaiún y Nissaxter se ha metido al Bernabéu en el bolsillo en su salida. Con la propia artista cantando en directo. Increíble.
El combate venía con fuerza desde casi el inicio. Con un beef desmedido en algunas ocasiones, ha dado contenido de sobra durante los meses previos.
Nissaxter y Alana comenzaron la lucha. Con energía. La española recibía y parecía poco concentrada, pendiente de algo externo al ring. Ese primer round, la mexicana lo aprovechó para alcanzar el rostro de su adversaria en múltiples ocasiones.
El árbitro llegó a hacerle la cuenta para comprobar su estado. Demostrando bravura, siguió luchando, pero todo parecía más que evidente: Alana tenía ganado el combate.
En el segundo round subieron al ring Amablitz y Zeling y el inicio no pareció muy distinto al primero. La mexicana demostraba una mejor técnica y golpeaba una y otra vez al casco español.
Nissaxter volvió en el tercer round con la ventaja de enfrentarse a una Amablitz más cansada. No lo aprovechó. La de Monterrey siguió dominando este tercer enfrentamiento, aunque le pasó factura el mayor tiempo seguido en el cuadrilátero. Fue algo más igualado, pero todo apuntaba a que las mexicanas ya tenían la victoria en el bolsillo.
El cuarto round probablemente no fuera necesario, pero fue la guinda del pastel. Las dos habían protagonizado el mayor enfrentamiento fuera del ring y había que verlas pelear. Alana y Zeling se pegaron. Es un eufemismo, por supuesto. Zeling no paró de recibir hasta que el árbitro paró la pelea. Las mexicanas lograron una victoria aplastante.