Es ingeniero agrónomo y Abel Pintos lo puso a diseñar la ...
Fernando Lapolla fue contactado por Plan Divino, la productora que encabeza el cantante y que busca dar el salto al sector rural con un negocio de gran proyección e impacto social
25deSeptiembrede2023a las14:08
Abel Pintos siempre es noticia. Pero, esta vez, no fue por su música. El renombrado cantante folclórico dio a conocer tiempo atrás una nueva faceta como inversor rural, al apostar al sector en un campo en la ciudad bonaerense de Mercedes, en donde lidera un ambicioso proyecto. El mismo está comandado desde su productora “Plan Divino”, junto a sus dos socios y mánagers, Marcelo González y Jorge Quiteros, y comprende la puesta en marcha de una gran plantación de nueces pecán, bajo el asesoramiento del ingeniero agrónomo, Fernando Lapolla.
Lapolla se especializó en el cultivo de árboles frutales, al que se nombra popularmente como fruticultura, y se desempeña como asesor agronómico, con experiencia en la producción y exportación dentro del sector agroalimentario. Pero incluso fue funcionario del Gobierno de Buenos Aires en la gestión pasada, al frente de la Dirección Provincial de Promoción de la Tecnología y la Innovación.
Toda su trayectoria en el ámbito rural lo hicieron el hombre elegido por el trío de inversores para liderar la plantación de 12000 árboles de nuez pecán, de los cuales ya se llevan implantados más de 3000. La iniciativa guardó desde un inicio objetivos productivos pero también sustentables, ya que la idea es generar un “pulmón verde” destinado a la sociedad, además de un espacio de visita y formación dirigido a las escuelas de la zona. Fue entonces cuando comenzó la búsqueda del campo adecuado para concretarlo.
Abel Pintos: el proyecto para plantar bandera en el agroLos inversores se contactaron con Lapolla hace dos años para comentarle su idea productiva. "Yo estoy especializado en trabajar con frutos secos como nueces, almendras y frutas como kiwis y arándanos y les propuse hacer pecanes por los múltiples beneficios y propiedades que ofrecen. Apenas tuve el ok nos pusimos a buscar un campo con las características ideales para concretar el desarrollo y lo encontramos en Mercedes”, señaló Lapolla en diálogo con Agrofy News.
Entre los beneficios del terreno, más allá de sus 100 hectáreas, aparecía el hecho de encontrarse relativamente cerca de la ciudad, a diez km del centro, una característica que los socios buscaban para mayor comodidad. A su vez cuenta con luz eléctrica porque la producción de nueces necesita equipos de riego, suelos profundos que permitan el buen enraizamiento de los robles. Todos estos requisitos los encontraron finalmente en “La Matera”, un campo que se pretende construir desde una óptica ecológica, usando muy poca cantidad fertilizantes y agroquímicos.
“Una vez que compraron el campo el año pasado se hizo la primera siembra de mil cultivos de nuez pecán. Es un árbol resistente, crece en diferentes tipos de condiciones, de suelos y climas. Las tradicionales europeas están en la zona de Cuyo, no hay muchos dispersos por el país. En nuestro caso las plantamos en el vivero Santa María, en la ciudad de Concordia, lo elegimos porque tiene mercadería certificada por el INTA y de ahora en adelante, son entre seis y siete años hasta que empiecen a dar frutos”, explicó el agrónomo detrás del proyecto de Abel Pintos.
Si bien el proceso de maduración hasta que se obtiene la nuez es extenso, la ventaja es que una vez que comienza a producir nueces, los árboles viven más de 100 años. Es un plan a largo plazo, donde los inversores se involucran en la cosecha y en rescatar el terreno de los proyectos de agricultura tradicional como la plantación de soja o maíz. El desarrollo se extiende a lo largo de 30 hectáreas, construyendo un bosque para producir oxígeno y un ámbito natural para la exploración y el conocimiento. “Tenemos calculado que en siete u ocho años vamos a producir oxígeno para seis mil personas”, adelantó Lapolla.
Al mercado interno y externoEn cuanto a la faceta comercial del emprendimiento, el especialista frutal explicó que la producción que obtengan será destinada a abastecer al consumo interno y una parte a la exportación. En este sentido, indicó que es un producto con alta demanda en una gran cantidad de países por los beneficios que aporta al organismo la ingesta de frutos secos. La marca junto al logo ya se definió, se llamará “Pecanito Argentino” y tejerá lazos con la Cámara Argentina de Pecanes para llegar a nuevos mercados como China, un aliado estratégico en el sector por su número de habitantes.
Argentina tiene 17 mil hectáreas en todo lo largo y ancho del país con pecanes. Son conocidas por sus propiedades antioxidantes y por ser ricas en Omega 9, principalmente en ácido oleico, muy recomendable para prevenir las enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, la trombosis o los problemas circulatorios. Las 30 hectáreas sembradas en La Matera, funcionan con un sistema de riego por goteo, bombas de agua y ahora van a incorporar energía solar.
“Se incluirán paneles solares para fomentar las energías renovables y estamos sembrando entre medio de los pecanes porque van plantados a una densidad de nueve por nueve, entonces te queda un espacio grande entre planta y planta, la idea es generar pastura para obtener rollos y poder tener animales pastando entre medio de los árboles. Así, garantizamos que nos ayuden con la fertilidad del suelo y se crea un sistema silvopastoril, asegurando la estabilidad ambiental, social y económica.
El proyecto de Abel Pintos: generar puentesA su vez se encuentran armando un vivero que se va a llamar “Guardián de Luz”, en el cual se van a producir pecanes, trabajando también sobre árboles y arbustos nativos. El mismo tendrá su inauguración en unos meses y va a contar con cerca de 800 m2 cubiertos, más dos hectáreas sin cubrir en Mercedes. Se trata de un proyecto comercial para producir sus propias plantas e invitar a las escuelas a que aprendan acerca sus variedades y crecimiento.
“La idea es que puedan venir los chicos de las escuelas agrotécnicas a educarse en técnicas de cultivos y de injertos. En las primeras diez hectáreas que sembramos, lo hicimos con cerca de 2 mil pecanes y vinieron trescientos chicos a ayudarnos. Fue como un día de campo, izamos la bandera y Abel cantó el Himno Aurora, él está muy comprometido, viene todas las semanas para acá o cada quince días, cuando le permite la agenda y se involucra, le interesa y pone todo su corazón en este proyecto”, destacó Lapolla.