Una familia sevillana dona al Museo ABC obras desconocidas del ...

9 Ene 2024

El enfoque de una cámara de fotos tuvo la culpa. Captó la firma del artista que durante décadas había pasado tan desapercibida que la obra que la acompañaba había permanecido guardada en el trastero junto a los papeles del abuelo. Sin más importancia que el recuerdo de quien ya no está.

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Foto abcdesevilla.es

Así de casual fue el descubrimiento que hizo una familia sevillana, que acaba de donar al Museo ABC del dibujo y la ilustración de Madrid varias obras desconocidas del dibujante Escobar, creador de míticos personajes del cómic español como Zipi y Zape o Carpanta. La entrega se hizo este lunes por la tarde en la Galería ABC de Sevilla. Además del gesto loable de entregar de manera altruista unas obras para garantizar su conservación y memoria, María José de Trias Vargas y su hermana Rosa María, poseedoras de un trocito del legado del caricaturista de Bruguera, han compartido la hermosa historia que había detrás de aquel hallazgo repentino ocurrido en 2012.

Ambas son nietas de José Vargas Rivas, exfuncionario de prisiones que llegó a ser subdirector de la Modelo de Barcelona y director de la cárcel provincial de Las Palmas. Hace 11 años, el marido de María José estaba preparando un regalo para un familiar y sacó varios documentos del archivo personal del abuelo, entre ellos un curioso diorama que representa una escena del patio de una prisión hecho de madera. Le hizo una fotografía y al verla detenidamente se percató de que la composición estaba firmada. «Esto siempre había estado en casa de mi abuelo junto a otros dibujos, pero nunca supimos quién lo había hecho. Sólo sabíamos que habían sido trabajos hechos por los presos», detalla María José.

En la esquina inferior izquierda, casi comida por el marco de madera, leyó la rúbrica de Rebec. En un primer momento no supo lo que acababa de descubrir. Fue cuando hizo una consulta en internet cuando se quedó atónito: era el pseudónimo que usó el padre de Zipi y Zape durante el tiempo que estuvo encarcelado tras la Guerra Civil. En los 18 meses que permaneció preso por ser afín a la República, José Escobar siguió dibujando y vendía sus caricaturas para sacarse algo de dinero.

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Foto abcdesevilla.es

«Nos pusimos muy nerviosos. Revisamos más detenidamente el archivo de mi abuelo y vimos que dos de los dibujos que guardaba, que eran caricaturas de él, debían ser también de Escobar porque estaban firmados de la misma manera. Por las fechas sabíamos que ambos habían coincidido en la Modelo y muy probablemente entablaron relación. Escobar había sido depurado de Correos, lo expulsaron y lo encarcelaron y mi abuelo siempre había querido trabajar en esa empresa. Se presentó a las oposiciones pero no aprobó. Le quedó aquella frustración y creemos que eso le acercó a Escobar«, relata una de las nietas de José Vargas.

Parte del material donado por la familia del que fuera funcionario de prisiones Raúl Doblado

María José de Trias es archivera de profesión; así que lleva en su ADN profesional bucear entre legajos, libros y documentos. Lo siguiente fue conocer más sobre la obra del viñetista y, sobre todo, encontrar un lugar donde pudieran conservar y darle valor al material que acababan de ponerle nombre y apellidos. «Lo primero que buscamos fue alguna fundación o institución que gestionara fondos del dibujante pero no hallamos nada. Y mirando, mirando llegamos al Museo ABC».

La directora del museo, Inmaculada Corcho, recepcionaba este lunes las obras y adelantaba que se realizará un trabajo de restauración sobre el diorama, que durante años formó parte del equipaje de la familia de un funcionario de prisiones que recorrió varios destinos por el país. Junto al diorama y los dos dibujos atribuidos a Rebec (Escobar), la donación la completan cuatro fotografías que sirven para documentar los trabajos y tres retratos de exquisita factura, especialmente uno de ellos, que llevan la firma de M. Pascual, D. Trias y J. Pascual de los que se cree que fueron también compañeros de prisión del dibujante catalán. Todos son retratos del abuelo de María José y Rosa María. En uno de ellos se le representa con una balanza en la mano y lleva una dedicatoria que dice lo siguiente: «D. José Vargas, jefe de Servicios de la Prisión de Barcelona. Un carácter acabado por todos reconocido. Si, por afable es querido, es por recto respetado».

«Con este material se nos reabren nuevas interrogantes que intentaremos responder», señala la directora del Museo ABC, quien anticipa que investigarán para tratar de saber quienes fueron esos otros presos que retrataron al funcionario de prisiones. Por la calidad del trazo, no parecen simple aficionados. Pero sean quien sean, la donación de esta familia sevillana guarda aún unos cuantos enigmas más por resolver. José Vargas murió en 1972 y nunca habló a los suyos de aquellos reclusos que le hacían caricaturas. Ahora parte de ese trabajo verá la luz y servirán para documentar los 18 meses que vivió Escobar recluido en la Modelo.

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